Banca islámica o Sharia – Cómo funciona

A la banca islámica o Sharia (que es como se conoce a la ley islámica) se la conoce principalmente por la prohibición de cobrar intereses y por estar basada en hacer negocios pero de forma ética.

Existe desde los tiempos posteriores al profeta, pero en los últimos 50 años es cuando ha crecido de forma exponencial principalmente en los países del golfo, como forma de revertir e invertir diversificando el dinero captado por el petróleo, pero también en otros países musulmanes en el norte de África e incluso en Asia (donde bancos como el HSBC ya ofrecen productos que cumplen con la Sharia) y tímidamente en Europa.

banca islámica

La banca islámica es interesante no solo por la no existencia de intereses (no existe la usura o riba), sino por una relación más cercana y ética en la que banca e inversor comparten riesgo y beneficio, por lo que en estos tiempos de crisis se ha convertido en una posibilidad atractiva contraria a los principios del dinero llama al dinero de la banca tradicional.

Estos bancos tampoco pueden financiar proyectos relacionados con el juego (gharar), pornografía, porcino, tráfico de armas o el alcohol.

Los principales productos y características que se utilizan en la banca islámica son los siguientes:

Murabaha: Es una operación comercial, contrato de compra-venta, que realiza el banco, comprando un producto en base a la demanda de un cliente, para revendérselo con un margen de ganancia preestablecido. Es lo que se utiliza en lugar de las hipotecas, el cliente deberá pagar el precio acordado dentro de un plazo.

Musharaka: Es similar a las empresas por acciones. Constituye la participación conjunta del banco y el empresario en el capital de una empresa o proyecto. El banco recibe un porcentaje preestablecido de los beneficios de la sociedad/proyecto, pero también participa en el mismo porcentaje de las pérdidas. Ambos socios participan en la gestión del proyecto.

Mudaraba: Es una variante al contrato de Musharaka donde una parte llamada Rabbu (banco) aporta todo el capital y la otra llamada almudarib sólo trabajo.

Ijarah: Es una forma de financiación no propiamente islámica y muy utilizada en occidente. El banco compra el activo para su posterior alquiler, inicialmente no existe la opción de compra. Si existe la opción de compra hablaríamos de Ijarah wa aliqtinae.

Cuenta Corriente: El depositante tiene disponibilidad total del dinero, y el banco cobra una comisión por el depósito.

Cuenta de Ahorro: Puede depositar su dinero en cuentas sin ningún tipo de remuneración o participar en alguna almusharakah, con los riesgos implícitos antes descritos.

Depósito a largo plazo: tienen las mismas características que las cuentas de ahorro, salvo que el depositario no tiene disponibilidad del dinero hasta el vencimiento.

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